El próximo mes de mayo, se cumple el tercer año de la norma de las calles a 30 km/h en España, un periodo relevante en el que hemos ido adoptando los hábitos y las bondades -y los seguimos aprendiendo- de conducir de una manera más pausada, homogénea y fluida. En estos tres años, esta reducción de la velocidad máxima, en general, se palpa como una nueva realidad en las vías urbanas de nuestro país.

Siguiendo la tendencia europea de algunas ciudades (Londres, Paris, Milán, Roma, Viena, Berlín…), en 2021 llegó a España el límite a 30 km /h de la velocidad en vías urbanas de un carril por sentido de circulación. España fue pionera en aplicar esta reducción de todo el tráfico rodado urbano a nivel nacional. Ha sido una de las medidas más ambiciosas que la DGT ha puesto en marcha en los últimos años, en su vocación de reducir la siniestralidad, sobre todo la de los atropellos, además de favorecer el impulso de las ciudades saludables, y generar un tráfico más respetuoso y fluido.

Antes de que esta medida entrara en vigor de manera general, algunas ciudades habían tomado la iniciativa. En Madrid, por ejemplo, el límite interno de velocidad de 30 km/h se estableció en 2018. Anteriormente, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Sevilla, Pontevedra, Oviedo…

Todas estas ciudades, DGT y organismos internacionales han coincidido en que la velocidad es clave para la seguridad vial. Reducir la velocidad implica reducir la frecuencia y la gravedad de los siniestros. La medida disminuye hasta 5 veces el riesgo de fallecer en un atropello de tráfico, según explica la DGT.

Además, conducir de una manera más tranquila no solo reduce la siniestralidad. Esta nueva forma de comportamiento al volante no solo es más segura para todos (conductores y peatones), sino que es más sostenible. En YADEA apostamos por una movilidad asequible para todos, segura y sostenible. Ofrecemos la gama más amplia de ciclomotores y motocicletas eléctricas de gran calidad (equipan baterías del mayor fabricante del mundo CATL).

La velocidad pausada, homogénea y fluida es síntoma de ciudades más saludables